Salmo 2 Completo y con Explicación
El Salmo 2 Se ha visto como una profecía mesiánica que apunta a Jesucristo como el Ungido de Dios. El salmo comienza con una descripción de la rebelión de las naciones y sus gobernantes contra el Señor y su Ungido, una actitud que es fútil y condenada por Dios. Luego, presenta la respuesta divina: Dios se ríe y se burla de los planes de los rebeldes, declarando su intención de establecer a su Rey en Sion. En la segunda parte, el Ungido proclama el decreto del Señor, afirmando su filiación divina y su autoridad para gobernar las naciones. El salmo concluye con una advertencia a los reyes y gobernantes de la tierra, exhortándolos a servir al Señor con temor y a reconocer la autoridad del Ungido para evitar la ira divina y alcanzar la bendición.
Salmo 2
1.¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos planean un vano complot?
2. Se alzan los reyes de la tierra, y los príncipes conspiran unidos contra el Señor y contra su Ungido:
3. “Rompamos sus cadenas, líbranos de sus ataduras”.
4. El que mora en los cielos se ríe, el Señor se burla de ellos.
5. Luego les habla en su ira, y los aterra con su furor:
6. “Yo he consagrado a mi Rey sobre Sion, mi monte santo”.
7. Voy a proclamar el decreto del Señor; él me ha dicho: “Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.
8. Pídeme, y te daré en herencia las naciones, y como posesión tuya, los confines de la tierra.
9. Los gobernarás con cetro de hierro, los quebrarás como a vasija de alfarero”.
10. Ahora, pues, reyes, sed prudentes; admitid la corrección, jueces de la tierra.
11. Servid al Señor con temor, temblad y besad sus pies,
12. no sea que se irrite y vayáis a la ruina, pues su ira se inflama en un momento. ¡Dichosos los que se refugian en él!
Explicación del Salmo 2
El Salmo 2 presenta un poderoso mensaje sobre la soberanía de Dios y la futilidad de la rebelión contra Su autoridad. Comienza describiendo la rebelión de las naciones y sus gobernantes, quienes conspiran contra el Señor y su Ungido, buscando liberarse de lo que perciben como ataduras. Esta imagen de rebelión refleja la resistencia humana a la autoridad divina y a los planes de Dios.
La respuesta divina es de burla y desprecio hacia los rebeldes. Dios, desde su trono celestial, se ríe de sus intentos y les habla con ira, declarando que ha establecido a su Rey en Sion, su monte santo. Este Rey, que es el Ungido del Señor, es proclamado como Hijo de Dios, una afirmación que en el contexto cristiano se interpreta como una referencia a Jesús.
El Ungido recibe una promesa extraordinaria: heredar las naciones y gobernar la tierra con un cetro de hierro, simbolizando un gobierno fuerte y justo. La imagen de romper vasijas de alfarero sugiere el poder absoluto y la autoridad destructiva contra aquellos que se oponen a Dios.
Finalmente, el salmo concluye con una exhortación a los reyes y jueces de la tierra a servir al Señor con temor y a reconocer su autoridad. La advertencia es clara: deben someterse a Dios para evitar su ira y encontrar bendición al refugiarse en Él.
El Salmo 2 es una afirmación contundente del dominio divino y una advertencia contra la rebelión, subrayando la seguridad y bendición que se encuentra en someterse a la autoridad de Dios y su Ungido.